La contaminación por la quema de carbón, petróleo y gas provoca 4,5 millones de muertes al año en el mundo.
Aproximadamente fallecen unos 40.000 niños anualmente antes de cumplir 5 años por la exposición a micropartículas procedentes de estos combustibles.
En cuanto a los costes económicos, la contaminación causada por combustibles fósiles cuesta 2,9 billones de dólares al año en todo el mundo (3,3% del PIB mundial) y 23.631 millones de dólares al año en España (1,68% del PIB)
La solución a la contaminación por los combustibles fósiles, es la sustitución de estos por la «energía verde».
Energía solar: es producida a partir de la luz solar. Aprovecha esta energía solar mediante la tecnología fotovoltaica (convierte los rayos del sol en electricidad mediante las placas solares o panales fotovoltaicos) y la tecnología térmica (calienta fluidos).
Energía eólica: se obtiene del viento. Mediante turbinas de aire o aerogeneradores, transforma la energía cinética de las corrientes de aire en energía eléctrica.
Energía hidráulica: se obtiene transformando la energía cinética del agua en electricidad a través de las centrales hidroeléctricas.
Energía geotérmica: es obtenida por medio del aprovechamiento del calor natural del interior de la tierra. Es una de las pocas energías renovables que no depende de las condiciones atmosféricas.
Actualmente la biomasa está considerada una energía verde porque el CO2 desprendido en la combustión se considera CO2 almacenado por la biomasa, sin embargo, de no usarse se podría reducir notablemente la producción de CO2 por lo que este criterio es probable que cambie en los próximos años.
Su alto rendimiento se debe a que no solo actúan como generadores de calor (a partir de electricidad), sino que, además, permiten desplazar o “bombear” calor desde una fuente hasta el lugar donde se utilizará. La tecnología ha avanzado y hoy se están fabricando bombas de calor capaces de producir agua hasta 90ºc con refrigerantes como el R1234ZE. Estos equipos están llamados a sustituir las calderas actuales siempre que exista una energía que aprovechar.
Mediante un informe publicado por el equipo sobre investigación sobre energía Ember muestra que las energías solar y eólica generaron un tercio de la electricidad en España en 2021 y más de un cuarto en los Países Bajos y Grecia: un logro muy importante para el país.